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Una reflexión sobre mi estancia en España

No puedo describir completamente lo que han significado para mí estos cuatro meses pasados. Creo que el aprender sobre la cultura española fue el aspecto de mi estancia que me encantó más. Me fascinaron los edificios y las plazas y monumentos que vi por todas partes de la ciudad de Madrid. Por ejemplo, vivo en la Calle Serrano, al final de la que está la Plaza Cibeles con la fuente hermosísima y la grandiosa Oficina de Correos, que parece como un palacio. Además, al salir de mi residencia y cruzar la calle se encuentra la Plaza de Colón y la Biblioteca Nacional en el Paseo de Recoletos. Se puede andar como dos manzanas más para llegar al Museo del Prado y un poco más para llegar al Museo Thyssen y la Puerta del Sol. Claro que la residencia donde vivo es una razón por qué he gozado tanto de Madrid.
Pero también he descubierto Madrid de muchas otras formas. Además de aprender la cultura histórica de España, he aprendido mucho de la cultura de los jóvenes a través de vivir con treinta chicas en mi residencia, que son muy amables. Estas amistades me enseñaron la importancia de la familia aquí en España, por ejemplo. De hecho, todas las chicas se fueron a casa por cada puente que tuvimos este semestre. No les importó cuanto tiempo tardó en llegar a sus casas—y por muchas el viaje es muy largo porque muchas son de Cádiz, y algunas de Granada y Logroño también. Creo que éste fue el aspecto más destacada sobre la vida de esas chicas.
Pero también aprendí más sobre la importancia de la Iglesia aquí. Antes de llegar en Madrid supe que España es un país muy católico, pero no supe la frecuencia con la que los jóvenes fueran a misa. Las chicas de mi residencia van a misa con la misma frecuencia que la gente en los Estados Unidos, algo que me sorprendió mucho. Tampoco conocí los otros días de fiesta religiosos que se celebra en Madrid, como el día de la Concepción Inmaculada. Todavía me sorprende que los católicos en los Estados Unidos no celebran ese día, porque es un aspecto del catolicismo en el que creemos también—pero no tenemos día de fiesta o misa especial para celebrarlo. Por eso, aproveché de ese día y fui con unas amigas a la Misa de Celebración de la Concepción Inmaculada en la Catedral de la Almudena. Estar dentro de esa catedral y experimentar esa misa que no tenemos en los Estados Unidos fue una experiencia que nunca olvidaré.
A pesar de aprender mucho sobre Madrid, también aprendí mucho de las historias y las culturas de las otras partes de España y de otros países también a través de viajar. Viajar a Toledo, por ejemplo, fue muy alucinante porque pude ver la influencia del Imperio Romano del que hemos aprendido tanto en otra clase. Una amiga mía y yo vimos la muralla grande que rodea el centro de la ciudad (para defenderla en aquella época) y las calles muy estrechas también. Visitamos la Catedral de Toledo y, por supuesto, comimos mucho mazapán.
Nuestro viaje a Grecia me enseñó mucho también. Fuimos a Atenas por dos días y medio, y no puedo describir la experiencia. Visitamos a todos los monumentos que hay en Atenas, como el Estadio Olímpico de Kilamarmaro, el Templo de Zeus y el Arco de Adrián, el Foro Romano y la Torre de los Vientos, al Museo de Agora y las Stoas de Attalos, y, por supuesto, el Acrópolis (donde vimos el Partenón, el Templo de Atena Nike, etc.). También comimos mucha comida griega y probamos todas las especialidades griegas. El último día que estuvimos en Grecia, nos despertamos muy temprano (¡a las cinco de la mañana!) y viajamos en autobús por dos horas para llegar al Cabo Sunio para ver el Templo de Poseidón antes de ir al aeropuerto para regresar a Madrid. Quiero regresar a Atenas en el futuro con tal de que pase más tiempo visitando el Cabo Sunio porque claro que tuvimos prisa aquella mañana. En general, fue increíble estar en todos los lugares de los que hemos aprendido tanto en las clases de historia. También gozamos de la gente muy amable y relajada en Grecia, que fue muy diferente que lo que experimentamos en Madrid y en los Estados Unidos.
De una perspectiva académica, fue muy interesante aprender sobre la cultura y historia española a través de nuestras clases también. Por ejemplo, no supe casi nada de la historia de España—el dictador Franco fue mencionado en algunas de mis clases de historia y política, pero casi nada de su dictadura (o lo que ocurrió en España antes y después de esa dictadura) fue explicado. Por eso, me encantó la clase de la historia política contemporánea de España porque aprendí muchísimo de la historia española.
Fue absolutamente increíble, y es un semestre que nunca olvidaré. Creo que no haría nada diferente salvo que tuviera más tiempo para viajar. Espero que todos los alumnos que van a estudiar aquí por el semestre que viene tengan una experiencia tan gratificante como la mía. ¡Ojalá pueda regresar en el futuro!

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